Locard, Heisenberg, Ockham y su aplicación en el peritaje informático

Locard, Heisenberg y Ockham corresponden a los apellidos de tres reconocidos estudiosos que dieron nombre cada uno de ellos a un principio importante que hoy en día, entre otras muchas aplicaciones, son utilizados o tenidos en cuenta a la hora de realizar un informe o una pericia.

El principio de Intercambio o principio de Edmond  Locard viene a decir que cuando existe interacción entre dos elementos cualesquiera, siempre se produce un intercambio entre los mismos y se deja una “huella” del intercambio producido.

Si esto lo extrapolamos a la realidad de un contexto de informático tendríamos que el Iniciador de la acción (sospechoso, presunto delincuente o acusado) accede a lo que es propiedad o responsabilidad del Receptor (víctima, quien sufre el ataque o daño) por medio del Escenario ( los dispositivos o la tecnología informática).

Al producirse esta interacción, quedan evidencias de la misma en los medios o canales utilizados para llevar a cabo la acción.

Es aquí donde el perito forense, con sus conocimientos y habilidades puestas en práctica quien puede identificar dichas evidencias, preservarlas y determinar toda la información posible y susceptibles de ser extraídas de la mismas (quién, cómo, cuándo, dónde, etc.) que permita su posterior presentación y la acción probatoria ante el tribunal o el cliente final (tercero particular).

El principio de Indeterminación o de Incertidumbre,  principio de Werner Heisenberg asegura que no es posible estudiar algo sin que ello conlleve alteración alguna, algo siempre cambia por el hecho de la intervención del observador. “Lo que estudias, lo cambias”.

Este principio que nació en la física subatómica a la hora de determinar la posición de los electrones, aplicado a otras cuestiones plantea situaciones que no pueden ser resueltas con el método y la sistemática.

De aquí la importancia de que en el peritaje informático siempre se trabaje en los análisis forenses con copias (clones bit a bit) de las evidencias, preservando la integridad de los originales para no alterarlos, modificarlos o contaminarlos.

El pricipio de Economía o la «Navaja de Ockham» propone que cuando nos encontramos frente a dos teorías o hipótesis que en igualdad de condiciones producen las mismas consecuencias, entonces, aquella hipótesis o teoría más simple posee más probabilidades de ser la correcta.

En cualquier caso, al ser la más simple siempre será la más sencilla de constatar o de ser descartada así que, en cuanto a la ley del mínimo esfuerzo, se comenzaría a trabajar tomando en consideración la hipótesis o la teoría más sencilla.

Nota: En mi libro “Peritaje Informático y Tecnológico” podréis encontrar estos principios desarrollados y con ejemplos ilustrativos.

Acerca de Rafael_L_R

Perito Judicial Informático y Director de Organización, Proyectos y Servicios TICs
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